Cultivado en los campos arroceros de la Albufera de Valencia, este arroz tiene un grano redondo que absorbe a la perfección los sabores y aromas de los ingredientes y mantiene una textura suelta y uniforme. A diferencia del arroz arborio usado en los risottos, contiene menos almidón, lo que evita que se vuelva cremoso y permite obtener el punto perfecto para las paellas.